Villanueva de Sijena

Monasterio de Sijena


Hoy viajamos a la zona monegrina de la provincia para conocer una de las joyas de nuestro patrimonio: el Real Monasterio de Santa María de Sijena.

Fundado hacia 1188 por la reina doña Sancha de Castilla, esposa del monarca aragonés Alfonso II, se convirtió en uno de los más ricos y hermosos del reino. Por él pasaron reinas, princesas y nobles; guardó parte del tesoro real y fue archivo monástico entre los siglos XIII y XIV. También panteón real, en el claustro fueron enterrados reyes, reinas e infantas de Aragón, como la propia doña Sancha, y sus hijos doña Dulce y Pedro II.

En un principio era un monasterio dúplice, es decir, con una comunidad masculina y otra femenina que hacían vidas separadas, ambas bajo la autoridad de la priora.

Cuenta una leyenda que el emplazamiento elegido fue una isla en el centro de una laguna próxima al río Alcanadre en la que se aparecía la Virgen. Esta imagen de la Virgen del Coro pertenecía a la iglesia parroquial de Sijena y, por más veces que se trasladara a su emplazamiento en el templo, volvía siempre a la isla milagrosamente.

Del monasterio antiguo se conserva la iglesia y una parte del claustro, alrededor del cual se ubicaban las dependencias y el palacio prioral. En el siglo XVII fue ampliado, construyéndose entonces el panteón de las religiosas. 

En el exterior llama la atención la portada con catorce arquivoltas de medio punto.

El monasterio sufrió las consecuencias de la Guerra de la Independencia y la desamortización en el siglo XIX, así como de un devastador incendio durante la Guerra Civil donde se perdieron casi todos los bienes y obras de arte que albergaba. Fue tras este acontecimiento cuando las pinturas del siglo XIII que cubrían los muros de la sala capitular fueron arrancadas y trasladadas al actual Museo Nacional de Arte de Cataluña. Además, entre 1983 y 1994 la orden de san Juan de Jerusalén vendió a la Generalitat de Cataluña una serie de bienes de gran valor artístico sin el permiso de las autoridades patrimonioniales. Tod@s conocemos el largo litigio que todavía perdura respecto a estas piezas.

En las últimas décadas se ha restaurado el edificio e incluso se recuperaron algunas de sus pinturas que se encontraban en el Museo de Lérida y ahora se pueden contemplar en su lugar de origen.

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